miércoles, 25 de noviembre de 2015

qué soy, quién soy.

Me gusta llevar las uñas mal pintadas y tomar café con leche.
Siempre llevo el corazón roto, porque me da buena suerte y así, no tengo que esperar nada de nadie.
Suelo llegar tarde a los sitios porque me da miedo no llegar nunca a ninguna parte.
Me gusta vestir de negro, porque no me gusta la policromía.
Soy más de clásico que de contemporáneo, porque puede que tenga miedo a ciertos cambios
y quizás por eso, siempre vuelva al kilómetro cero.
Suelo leer porque mi vida me aburre y necesito irme,
escapar,
adentrarme en un lugar donde sólo mi imaginación sea capaz de llegar.
Me gustaría volar, pero me debo conformar con soñar,
aunque nunca me acuerde de mis sueños.
Soy de observar,
de mirar,
de aprender y aprehender.
Creo en el alma y en la vida múltiples veces,
porque morimos sin morir y vivimos sin llegar a hacerlo.
Me gusta mirar a los ojos cuando hablo,
sonrío
o simplemente callo,
perderme en un iris infinito, que esconde mil y un secretos encerrados tras puertas, que poco a poco atravieso con descaro.
Las páginas se pasan como segundos y en realidad, nada tiene sentido,
sólo el que tú le encuentres.
Soy de emoción fácil y difícil,
soy todo a la vez,
soy nada.
Soy luz y oscuridad,
lo viejo y lo nuevo,
un sí y un no, continuo
que separa mi cuerpo y mi mente
y en ocasiones, me impide entenderme.
Soy el café de las 5 y la cerveza de las 7,
siempre hay algo, pero aún más, nada.
A veces, me gustaría saber,
qué soy realmente;
quién soy.

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